El metal queda recubierto por una capa protectora al óxido, a la que se permite conferirle un brillo con una gran variedad de colores diferentes. Con una densidad de tan «solo» 8,6 g/cm³, pertenece a la categoría de los pesos ligeros de los metales refractarios.
A veces denominado también colombita, el niobio puede obtenerse de la niobita y la loparita.