Tungsteno para la protección contra las radiaciones
Los metales de alto rendimiento aportan seguridad
La radiación nos acompaña a los humanos a lo largo de la vida. Nuestro planeta está constantemente expuesto a una corriente de partículas atómicas de alta energía que proceden de las profundidades del cosmos y chocan con los componentes de la atmósfera. En el proceso, crean nuevas partículas atómicas con altas energías. Incluso un vuelo a una altitud de doce kilómetros produce una exposición a la radiación cien veces superior a la normal. También estamos expuestos a los efectos negativos de las radiaciones ionizantes durante los exámenes médicos. Los metales refractarios como el tungsteno sirven como protección contra la radiación, por ejemplo en forma de láminas o chapas. ¿Desea saber más?
Los metales pesados como el tungsteno proporcionan un blindaje contra las radiaciones
Cuanto mayor es la densidad de un metal, más facilidad tiene para apantallar la radiación. El tungsteno y las aleaciones con este elemento químico absorben los rayos X y los rayos gamma. El efecto de apantallamiento se debe a que la radiación tiene que atravesar las envolturas de electrones de los átomos. Cuanto mayor es el número atómico del elemento, más electrones tiene en su envoltura. Por tanto, apantalla mejor. El número atómico del tungsteno es del 74%. El tungsteno sirve como sustituto del peligroso metal pesado plomo, que tiene un número atómico de 82.