Metales refractarios en la industria aeroespacial
Soportar altas temperaturas con confianza
Son la resistencia al calor y los puntos de fusión los que hacen que los metales de alto rendimiento sean tan indispensables en la industria aeroespacial. El tungsteno, el tungsteno-cobre, el tungsteno-metal pesado, el molibdeno, el tántalo, el niobio o las aleaciones con estos metales permiten fabricar componentes aptos para su uso en cohetes, estaciones espaciales o reactores. El molibdeno se utiliza principalmente como aditivo de aleación en el acero, el tántalo como aditivo para el aluminio y el wolframio, conocido internacionalmente como "tungsteno", se emplea como aditivo de aleación en el acero y el aluminio. El resultado aporta dureza, resistencia y alta conductividad térmica. ¿Quiere saber más sobre las propiedades y puntos de fusión de los distintos metales refractarios?
Uso de metales refractarios en la industria aeroespacial
Los metales refractarios se utilizan en la fabricación de aviones y cohetes porque tanto en la troposfera como en la estratosfera y el espacio exterior hay grandes diferencias de temperatura. Ejemplos de aplicación:
- Piezas de aviones y cohetes
- Toberas
- Cámaras de combustión
- Escudos térmicos
- Componentes de motores
- Herramientas
- Caja de cambios
- Tren de aterrizaje
- Turbinas
- Generadores
¿Sabía que...?
Los metales refractarios desempeñaron un papel importante, entre otros, en la fabricación de componentes para el transbordador espacial de la NASA. El transbordador espacial tripulado estuvo en servicio desde 1981 hasta 2011. También en este caso, los metales refractarios fueron unos compañeros indispensables para el éxito. El tungsteno y el molibdeno, por ejemplo, aumentaron la dureza y resistencia de los componentes. También en la electrónica, fueron los metales refractarios los que mejoraron la resistencia al calor y la fiabilidad en las condiciones extremas del espacio.