Chapas de tungsteno de Litty
El tungsteno aporta muchas ventajas a la industria y la tecnología
La altísima resistencia y la gran capacidad de carga térmica hacen del tungsteno uno de los materiales más populares para la industria y la tecnología. El punto de fusión del metal es de 3.244 °C, propiedades ideales para los componentes fabricados con chapas de tungsteno. En Litty somos su socio de confianza para metales refractarios. ¿Busca chapas de tungsteno o chapas fabricadas con aleaciones de tungsteno? Estaremos encantados de responder a sus deseos de manera rápida e individualizada.
Comprar chapas de tungsteno de calidad en Litty
Nuestras chapas de tungsteno están disponibles como producto semielaborado, producto próximo a su forma final o bien como producto terminado. Para elaborar los productos semiacabados no estamos obligados respetar las medidas estándar. Incluso durante la fase de planificación del proyecto, estamos ahí para asesorarle. Junto con usted, definimos qué dimensiones suponen un ahorro de costes para su empresa. Nuestro asesoramiento mantiene lo más bajo posible el desgaste y, por tanto, los costes de sus productos. ¡Somos su socio de confianza para productos a medida!
Uso de las chapas de tungsteno
Industrias que confían en el uso de las chapas de tungsteno. Un vistazo general:
- Tecnología médica
- Industria aeroespacial
- Ingeniería del automóvil
- Ingeniería mecánica
- Protección contra la radiación
- Fabricación de joyas
- Industria química
- Industria solar
Uso de las chapas de tungsteno
Las chapas de tungsteno se pueden encontrar en casi todos los campos técnicos e industriales, así como en el sector médico.
- Instrumental quirúrgico
- Implantes y prótesis de cadera
- Producción de catalizadores
- Depósitos y recipientes de reacción
- Intercambiadores de calor
- Componentes en centrales eléctricas
- Colectores solares térmicos
FAQs
El tungsteno tiene el punto de fusión más alto (3.244 °C) de todos los metales. Los productos semiacabados adquieren su forma básica a una temperatura entre 1000 y 1600°C mediante forjado, recalcado con martillo rotatorio o laminado. Mediante el pulido posterior de la superficie pueden elaborarse piezas con tolerancias muy restringidas.
